Son tantas las cosas en las que hay que pensar antes de decidirte a tener una mascota, sin embargo, la última en la que pensé es en que mi hija pudiera ser alérgica a los gatos. Además, tardé bastante en darme cuenta de que los síntomas que tenía se debían a la alergia con nuestra nueva mascota. Si bien, pueden aparecer síntomas alérgicos como consecuencia del contacto con animales o por la inhalación de pequeñas partículas procedentes de éstos.
Estas sustancias llamados alérgenos, al penetrar en el organismo de un sujeto alérgico ocasionan una relación de hipersensibilidad del sistema inmunitario a través de la producción del anticuerpo IgE que, al reaccionar con ellas, desencadenan la liberación de histamina y de otras sustancias químicas, y producen una inflamación de la mucosa nasal, ocular o bronquial que, derivará en los síntomas típicos de la reacción alérgica.
El problema es que, al desconocer este tipo de síntomas con tanta claridad, pensábamos que se trataba de un resfriado, porque en mi hija los síntomas eran muy parecidos a un resfriado, aunque la inflamación de la mucosa nasal era excesiva y esto fue lo que me hizo sospechar de que quizás se tratase de un caso de alergia.
Por suerte, en cuanto detectamos que era alergia conseguimos el tratamiento adecuado para inmunoterapia alergénica en Probelte Pharma sin problemas. Si bien, está claro que la única solución posible era no convivir más con la mascota lo que, en cuanto a sus efectos emocionales, no fue nada fácil para mi hija.
Mejor prevenir que Curar
Lo que tampoco sabía es que los gatos y perros son la causa más frecuente de alergias, debido a que son las mascotas más comunes, pero se han descrito alergias a otros muchos animales.
Además, contrariamente a lo que se piensa el pelo no es el principal causante de alergia a los animales, sino las partículas de caspa que contienen los alérgenos formados en las secreciones de las glándulas sebáceas y salivares.
Otra cosa que me sorprendió descubrir al informarme mejor es que los casos más frecuentes de alergia a mascotas se corresponden con los gatos y, en segundo lugar, siguiéndole muy de cerca los perros, la incidencia de alergia de otras mascotas no es tan conocida.
Una persona puede llegar a ser alérgica a los animales, aunque no haya convivido con ellos y este este es el caso de mi pequeña, aunque no lo descubrimos hasta que tuvimos nuestra propia mascota.
Los alérgenos de los animales son muy ubicuos y se transportan en partículas diminutas, que permanecen suspendidas en el aire durante largos periodos de tiempo y se dispersan con facilidad en el medio ambiente.
La verdad, es que de haber sabido que nuestra pequeña era alérgica a los gatos nos hubiéramos ahorrado un buen disgusto. Además, mi hija le había cogido mucho cariño a nuestra gatita y tenerla que dar fue bastante traumático para ella, además de que no entendía bien el por qué y durante un tiempo pensaba que había sido culpa suya.
No sé por qué no se nos pasó por la cabeza hacerle unas pruebas de alergia a los animales de antemano, la verdad es que lo dimos por sentado.
Ahora siempre que mi amiga me comenta que se va a pillar una mascota, en caso de que tenga hijos siempre le advierto y le cuento mi experiencia porque al final siempre es mejor prevenir que curar.