Normalmente, a medida que nos vamos haciendo mayores y entramos en una edad anciana o muy avanzada, nos vamos sintiendo más solos. Esto es porque los hijos han comenzado o se han ido definitivamente del nido familiar y la casa se encuentra más vacía, por tanto los amigos como los familiares cercanos han pasado a mejor vida o no tienen fuerzas para salir de casa y visitarnos, y también porque en algún momento falta la pareja, que es esa fiel compañía que hay en todos los hogares familiares.
Cuando esto sucede, los mayores, y del mismo modo las personas que los quieren y se ocupan en mayor o menor medida, tratan de encontrar soluciones a esta soledad. A veces les