Cuántas convivencias se han ido a pique por la falta de organización a la hora de realizar las tareas del hogar. Incluso amistades muy consolidadas que han terminado rompiendo por discutir sobre quién nunca lava sus platos.
Hacerse con las tareas del hogar puede resultar todo un delirio para muchos, especialmente para aquellos que además de lidiar con la limpieza del hogar, tienen la responsabilidad de asistencia a los niños e incluso cuentan con personas mayores a su cargo.
Ahora bien, después de mis miles de convivencias hasta la fecha he elaborado una lista de valiosos tips para que limpiar y realizar las tareas del hogar sea una tarea más productiva, menos costosa y más llevadera y, sobretodo, para ahorrarnos más de una discusión con nuestros compañeros de piso.
Cómo organizar la Limpieza y Tareas del Hogar en 5 Pasos
A mí me resulta muy ventajoso hacer una lista de todas las tareas del hogar que mi hogar necesite. No olvides incluir tareas que no son solo de limpieza; ten en cuenta otras tareas como ordenar los trastos, regar las plantas o planchar, que también te quitan tiempo libre. No olvides incorporar a cada una de estas tareas el tiempo estimado de realización y distinguir entre las que son tus tareas y las que son a hacer entre todos.
Lo que hago después es dividir estas tareas según la periodicidad con la que las llevas a cabo.
Por ejemplo: el baño y la cocina son los principales espacios comunes y que más se ensucian así que debería efectuarse unas 3 veces a la semana mínimo, mientras que otras como limpiar los armaritos de la cocina, limpiar la nevera o los cristales es más común que adquiera carácter semanal.
Teniendo en cuenta el tiempo libre diario para llevar a cabo las tareas del hogar y el listado realizado anteriormente, haz un plan mensual de las tareas del hogar diarias. Incorpora las de carácter diario en todos los días y divide y diversifica las que poseen una mayor periodicidad en diferentes días.
Sé flexible; este gráfico es orientativo y una guía para tener las cosas organizadas pero si un día no se puede se recupera el siguientes. Es importante ponerse siempre en el lugar de los otros y tratar de facilitar las cosas. Os aseguro que en una convivencia cuanto menos Señorita Rottenmeier seamos mejor que mejor.
Al final, lo importante es ir compensando las actividades y el resultado final.
Nada de procrastinar, es el gran enemigo a la hora de tener listas nuestras tareas de limpieza; no dejes el plan en un cajón, pon el calendario realizado en un sitio visible, como en el frigorífico, para mí ese es el mejor sitio.
Tampoco debemos olvidarnos de contemplar una rotación a la hora de comprar los productos de limpieza. Para esto, algo muy efectivo es tener un bote común preparado para adquirir estos productos cuando falten. Si cuando estás dispuesta a seguir el plan, te das cuenta de que no posees la mitad de las herramientas necesarias, será muy difícil seguir el planteamiento
Por último, puedes ir tachando las tareas conforme vayas finalizando.
Otra cosa que me ha terminado de convencer y que siempre consulto con mis compañeros de piso es la posibilidad de contratar un servicio doméstico que de manera periódica unas pocas horas a la semana o de manera puntual solucionara la limpieza y las tareas del hogar, sobre todo la limpieza profunda de algunas cosas que nunca se limpian.
Nosotros siempre llamamos a Limpieza a Domicilio Bilbao, porque en nuestra ciudad es la que más nos han recomendado y sus profesionales son estupendos.
Al final, siempre se trata, básicamente de ser respetuoso, y de recordar en todo momento que estás compartiendo un espacio y que, por ello, debemos tratar de limpiar lo que vamos ensuciando. Lo cierto es que cuando te acostumbras a hacerlo en el momento, a la larga adquieres el hábito y es mucho mejor.