Uno de los momentos más felices de un niño a lo largo de su infancia es cuando llega ese día en el que cumple años. Este es, sin duda, un instante que el muchacho o muchacha espera con nerviosismo durante las semanas previas a su llegada. Y la verdad es que no es para menos: están deseosos de abrir sus regalos y, cómo no, por tener a sus amigos y amigas junto a él o ella. También a la familia porque, aunque a veces puedan estar distraídos con sus nuevos juguetes, también quieren vernos a todos los miembros de la familia juntos.
La celebración de un cumpleaños sirve para todas esas cosas y hay muchas maneras de afrontarlo. El objetivo, eso sí, siempre es el mismo: hacer que para el cumpleañero o cumpleañera sea un día inolvidable, que pueda recordar durante el resto de su vida. ¿Qué es lo que hacéis vosotros para conseguirlo? Este es un campo en el que la originalidad tiene un sitio muy importante. Y hay que desarrollarla para ver la sonrisa de nuestros niños en todo su esplendor. Nosotros os vamos a dar una idea para ello: disfraces.
¿Disfraces en un cumpleaños? La verdad es que puede parecer fuera de lugar, pero en absoluto lo es. No estamos hablando de hacer regalos de este tipo, sino de disfrazarnos todas las personas que acudamos a la fiesta en familia. Es una cuestión que, por una parte, sorprenderá a nuestros menores y hará que les parezca increíble que todo el mundo se haya molestado en hacer diferente a su fiesta por encima de la del resto de los niños de su clase, por ejemplo. Por la otra, garantizará la diversión más absoluta.
Recordad cuando llegan momentos como los de Halloween y Carnaval. Son dos periodos del año en los que los niños suelen disfrutar mucho ya que sus padres y madres les disfrazan para ello. Si el disfraz es el causante de ese disfrute, ¿por qué no apostar por él también para garantizar la felicidad del muchacho o muchacha durante su cumpleaños? Vale, reconocemos que no es muy habitual pensar como lo estamos haciendo nosotros en este preciso instante, pero no me podéis negar que la idea es, cuanto menos, diferente y que tiene toda la lógica del mundo para tratar de acertar con nuestro cometido.
Disfrazarse se está poniendo de moda a la hora de celebrar los cumpleaños de los niños… y de los no tan niños. Es algo que nosotros entendemos perfectamente. En un cumpleaños debe primar la felicidad por encima de todas las cosas y los disfraces son una herramienta realmente importante para ello. Hemos querido hablar con los profesionales dedicados a la venta de este tipo de trajes. Hace pocos días lo hicimos con los de una entidad llamada Disfrazarte Shop y, en efecto, nos confirmaron que está aumentando la compra de disfraces para cumpleaños en España y, además, que la mayoría de la gente confía en que esta es la mejor manera para hacer de ese un día inolvidable.
Tenemos que disfrazarnos más
La verdad es que hay una cosa que nos sorprende: si sabemos que un disfraz va asociado de una manera directa a sentimientos como la alegría o la felicidad, ¿por qué no nos disfrazamos más? Lo cierto es que solo lo hacemos cuando llega Carnaval o Halloween, además de en algunas celebraciones como lo pueden ser los propios cumpleaños o las despedidas de soltero o soltera. Deberíamos disfrazarnos mucho más. Y no hace falta que siempre tengamos que estrenar disfraz.
Estamos convencidos de que, de esta manera, sería muy posible que tuviéramos más armas para combatir cuestiones como lo son el estrés en el trabajo o la desidia. Y eso nos haría la vida algo mucho mejor, algo más sencillo y no tan preocupante como en lo que se ha convertido en los últimos tiempos. Y es que, si hay que dejar un espacio de nuestro tiempo para la diversión más absoluta, lo mejor es aprovecharlo y apostar por cosas que realmente funcionen. Los disfraces, desde luego, entran en esa última categoría que hemos mencionado. Y lo tenemos más que comprobado.
Quienes todavía no lo hayáis probado solo tenéis que hacerlo una vez. Después, vosotros y vosotras mismas decidiréis si os merece la pena o no. Pero lo que está claro es que la mayoría de las personas que ha empezado a disfrazarse con más asiduidad ha encontrado una manera de disfrutar, al menos un poco más, de la vida. Y, teniendo en cuenta cómo van las cosas últimamente en nuestro país y en el mundo entero (y lo que se avecina), es mejor conservar algo de alegría en nuestro interior. Será de agradecer, desde luego.