Basta con ver cualquier informe científico relacionado con la salud durante las últimas dos décadas, para darse cuenta de que los humanos nos estamos volviendo unos seres cada vez más propensos a contraer enfermedades. Algunas de estas enfermedades están en directa relación con la comida, como es el caso de la obesidad o de la diabetes.
Esto se ve claramente cuando las estadísticas dicen que frecuentemente los niños empiezan a tener diabetes cada vez más jóvenes, lo que les hace tener que depender de pinchazos diarios o bombas de insulina. Esto no tiene nada de malo, pero es preocupante la frecuencia con la que sucede.
Y igualmente pasa con la obesidad, los niños tienden a tener obesidad debido a la comida basura y a los malos hábitos alimenticios que asolan a la sociedad de hoy en día. Cuando pensamos en se alimentaban las generaciones pasadas, y como lo hacen las de ahora, nos damos cuenta en que hemos fallado.
Lo cierto es que dado que tendemos a ponernos más enfermos, tenemos que buscar soluciones a estos problemas de salud. Para ello la Seguridad Social pone bastantes servicios a nuestro alcance. Pero para muchos de ellos tenemos que esperar en exceso, y en estos casos, merece la pena contar con seguros de salud privados.
Características, condiciones y productos
Un seguro familiar de salud es un seguro conjunto. Las aseguradoras suelen hacer ofertas y ofrecer descuentos en función de las personas que estén incluidas en la misma póliza. Claramente las aseguradoras buscan tener más clientes, y las familias tienden a crecer con el tiempo, por lo que los precios y los servicios suelen ser mejores que en los seguros individuales.
Sin embargo, un seguro de salud familiar de salud es mucho más que eso. Además de obtener buen precio es necesario que las coberturas estén adaptadas a los miembros de la unidad familiar asegurados. No tienen las mismas necesidades los niños pequeños, los adolescentes, los adultos y los adultos mayores de 60 años.
En general, un seguro médico familiar debería ofrecer las siguientes coberturas, y hay que saber en dónde hay que poner el foco a la hora de elegir un seguro. No será la primera vez que nos encontramos que cuándo necesitamos una cobertura no la tenemos contratada, por no pensar en ella o porque no nos la ofrecieron. Por lo tanto vamos a mencionar algunas de las coberturas que son imprescindibles o recomendables.
En primer lugar, es imprescindible contratar una cobertura sanitaria. Lo más recomendable en este caso es contratar un seguro de cuadro médico en vez de uno de reembolso de gastos, pero todo depende de cada situación y del presupuesto. También hay que tener en cuenta la salud de los integrantes de la familia, y también si se prevé tener hijos o no.
En relación con este último punto, hay que contratar coberturas dentales, ya sea con servicios tanto gratuitos como subvencionados (que cubran un porcentaje del coste del servicio u ofrezcan una tarifa fija con descuento). Esto se debe a que las coberturas dentales suelen tener precios elevados, y contratar descuentos o servicios concretos puede suponer un gran ahorro.
Los servicios de psicológica no son los más importantes, si bien es cierto que en las pólizas se incluyen algunos tipos de coberturas. Por tanto, es necesario conocer los límites de estas coberturas, así como si hay o no. Nunca se sabe cuando nosotros mismos o alguno de nuestros hijos necesite servicios psicológicos.
Servicios de natalidad y concepción, como preparación al parto, cobertura para el recién nacido, estudio de esterilidad, infertilidad o impotencia, conservación de células madres del recién nacido… Todos estos servicios son importantes para las familias en crecimiento, y si bien algunas de estas coberturas se ofrecen en la Seguridad Social, el seguro privado hace que no se tengan que esperar en exceso.
Para calcular los precios de la póliza, las compañías tienen en cuenta los mismos factores que para la contratación de seguros de salud individuales. Luego aplican los descuentos que consideran pertinentes en función del número de asegurados y su estatus individual. Por ejemplo, los bebés y los niños son más caros de asegurar. También es más caro asegurar a las mujeres en edad de concebir. A partir de los 60 años el precio también sube considerablemente.
Para contratar un seguro familiar de calidad hay que confiar en los agentes de seguros. Empresas como Adeslas Rivas ponen a disposición de los clientes los mejores seguros médicos, de hogar, salud y decesos para obtener siempre las necesidades cubiertas con la tranquilidad de una empresa especialistas en seguros.