Muchas veces nos planteamos a qué edad debemos llevar a nuestro hijo al dentista. Unos especialistas nos aconsejan que lo mejor es al cumplir el año de vida, y otros son partidarios de esperar, siempre que no haya algún problema, a que la dentadura de leche esté completa, o sea, alrededor de los tres años de edad. Pero sea cual sea vuestra decisión, lo primordial es que debemos tratar con un especial tacto y cuidado la primera visita de nuestros hijos al dentista, pues de ella dependerá cómo será su visión de estas consultas en un futuro. Para elegir el dentista, lo tenemos muy sencillo ahora con la web Dentistas COE, pues con su buscador podemos encontrar a los mejores dentistas y clínicas dentales de cualquier provincia española.
Y es que en el directorio de Dentistas COE podrás buscar filtrando por provincia, ciudad e incluso por especialidad. Tendrás acceso a los mejores dentistas de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Zaragoza, Málaga o Murcia entre otras ciudades, y descubrirás la comodidad de localizar el especialista odontólogo que necesitas en cada momento sin moverte de casa. Dentistas COE es el Círculo de Odontólogos y Estomatólogos de España, una alianza profesional que ha aunado a los mejores profesionales del sector en un mismo directorio para ofrecer la mejor calidad en los servicios de todas las especialidades con el fin de que cualquier paciente o usuario pueda localizar al profesional que necesita en su provincia o ciudad, algo que nos vendrá de maravilla para las primera visita de los más pequeños al dentista.
Para ello, intentaremos que en un principio les resulte lo más agradable posible, y así lo mejor es realizar una visita a la clínica dental antes de que se nos presente o haya algún problema, para evitar que asocien estas consultas con algo desagradable o traumático.
Para esta primera relación del niño con el profesional, debemos preparar en casa al niño para que, cuando llegue a la clínica, el sentarse en el sillón tan grande con las lámparas enfocándolo, el vestuario que posiblemente le recuerde al médico, y todos los instrumentos posiblemente no lo asusten. Así, podemos enfocarlo como un juego, donde el dentista tendrá que adivinar cuántos dientes tiene, y podrá contárselos para ver si ha acertado, o algo similar.
¿Cuáles son los principales consejos para que tu hijo goce de una buena salud bucal?
- Controlar el uso del chupete o la succión de los dedos. Muchos niños dejan por sí mismos este hábito generalizado, entre los dos y cuatro años, en todo caso se debe estar atento y observar para que no afecte al cierre de la boca o que no produzca defectos en la posición o en el crecimiento de los dientes.
- Cuidar los dientes de leche. Muchos padres no dan a estos dientes la verdadera importancia que tienen, pensando en que como se van a caer no son importantes, pero es un gran error, pues sirven para masticar y alimentarse el niño, para que hable correctamente y para mantener el espacio necesario para que cuando los dientes definitivos hagan su aparición tengan su espacio correspondiente.
- Vigilar la higiene y cepillado diario de la boca. Los niños deberán comenzar su cepillado sobre los dos o tres años, los padres o el profesional deberá explicarles la correcta forma de usar el cepillo de dientes junto con la cantidad de pasta dentífrica con flúor necesarios, el cepillado de la lengua y el uso del hilo dental.
- Hacer revisiones periódicas. La caries dental es uno de los principales problemas en la salud bucal, está producida por bacterias que habitan en nuestra boca provocando el debilitamiento y perforación del esmalte que recubre los dientes y con ello la aparición de cavidades, siendo necesario la utilización de selladores dentales que rellenan estos huecos.
- Evitar el consumo excesivo de alimentos dulces, como bollería industrial, galletas o caramelos, sobre todo los que se adhieren a los dientes, bebidas azucaradas como refrescos, etc. pues existe una relación importante entre su consumo y la aparición de caries dental.
- Evitar el consumo en exceso de alimentos demasiado ácidos, tales como la lima, el limón…, pues su acidez introduce en la boca un elemento propicio para el desarrollo de las bacterias.