L@s singles están de moda, esto es lo que arrojan a la luz los últimos datos de las encuestas, que indican que más de un 30% de las viviendas a día de hoy, están ocupadas por una sola persona. Según los expert@s, en pocos años, la cifra aumentará al 50%, y a las que más les gusta la soledad es a las mujeres.
Los cambios sociales y culturales han favorecido esta nueva tendencia que arrasa entre la gente más joven y en la que no lo es tanto, y es que muchas de las personas de más de 45 años que hoy se separan, nunca más vuelven a casarse, y esto también es más habitual en mujeres, más reacias de un tiempo a esta parte a la vida en pareja o al matrimonio.
De hecho, una nueva moda que ha empezado en Italia está revolucionando el mundo: la sologamia, o matrimonio con un@ mismo, que por no variar, también es casi exclusiva de las mujeres, aunque a día de hoy se sabe que al menos un hombre se ha casado consigo mismo. Se trata de un compromiso, que se celebra con una boda, a la manera tradicional, pero en este caso, sólo hay una novia, y cero novios. En algunos países ofrecen packs completos, que incluyen vestido, ramo, tarta, viaje, despedida de soltera, etc…
Este cambio en el estilo de vida ha dado lugar a una serie de cambios en el mercado, que se ha adaptado ofreciendo productos diseñados para personas que viven solas: envases más pequeños, minipisos, minicoches, en definitiva, todo en pequeñito o en menor cantidad.
Las mini casas como respuesta a las necesidades de hoy
Por norma general, una persona que vive sola, necesita menos espacio que una que vive en pareja o en familia, y esto unido a la subida de precios de los inmuebles, a la precariedad laboral, a los sueldos bajos, o a la superpoblación actual, ha hecho crecer la demanda de apartamentos.
Hoy, pocos pisos se construyen con la cantidad de dormitorios de antes, y esto se debe a que las familias ya no son tan numerosas como antes. Además, la generación millénnica es más bien nómada, y también más práctica, amante de lo funcional y del usar y tirar, no amontonan trastos inútiles, sólo tecnología, que bien cabe en un apartamento, del que no saben cuánto tardarán en dejar.
Así, los lofts o estudios son cada vez más comunes. Mini apartamentos coquetos y prácticos, casi siempre en las zonas más céntricas, con muebles sencillos y multifuncionales, y una novedad, la lavadora se queda fuera para aprovechar el espacio.
L@s jóvenes entrevistados lo tienen claro, no ven una lavadora como un artículo de primera necesidad ni fundamental en un hogar, sino más bien todo lo contrario, considerándolo totalmente prescindible. Ell@s se han acostumbrado al uso de las lavanderías de autoservicio, establecimientos que les permiten ahorrar tiempo y dinero a la vez que consiguen un lavado de calidad. Así, lavanderías de franquicia como Wash-up, dan sus servicios a más clientes cada día. Y es que lavar y secar nunca fue tan fácil y tan seguro. Cada equipo dispone de sistemas automáticos de dosificación que evitan tener que añadir aditivos extra. Wash-up investiga, prueba, evoluciona y modifica todos sus productos consumibles antes de incorporarlos al establecimiento, todos testados y adaptados a sistemas de lavado ActiveMotion, lo que los convierte en exclusivos por formulación. Además, integra programaciones Ad-hoc graduadas electrónicamente en función de temperaturas, cargas de agua y tiempos de proceso del programa seleccionado.
Porque si pensamos en la cantidad de prendas a lavar, el tiempo invertido y el coste energético de la lavadora y la secadora, caeremos en la cuenta del ahorro energético y económico que supone, que puede ser de un 25% cada mes.