El verano hace necesaria la inclusión de ciertos elementos en nuestra casa para hacer de nuestra vida algo más cómodo. Aunque es el periodo en el que normalmente se cogen vacaciones y que esperamos con tantas ganas, el verano puede tener unos efectos muy molestos para nuestra tranquilidad y nuestro descanso. Por eso es conveniente estar alerta y adquirirlos cuanto antes. La calidad de nuestra vida depende de ello.
Uno de esos elementos perversos del verano es el sol, que hace acto de aparición demasiado pronto cada día (normalmente mientras todavía estamos dormidos), y se marcha cuando probablemente ya hemos cenado. Durante todo ese intervalo de tiempo los rayos entran en nuestra casa sin remisión a no ser que interpongamos un toldo en cada una de nuestras ventanas.
Mi familia se ha encontrado con este problema varias veces en los últimos años. Vivimos en el primer piso de una comunidad de vecinos de las afueras de nuestra ciudad. Nuestro piso tiene varias décadas y los toldos que teníamos hasta el año pasado eran viejos, su tela comenzaba a rasgarse y como consecuencia la luz se filtraba a través de ella para llegar a nuestro salón o nuestras habitaciones. Una situación que nos obligaba a tomar cartas en el asunto.
Estaba claro que necesitábamos hacernos con toldos más modernos y que taparan mejor los rayos de sol que nos torturaban día a día. A tal efecto decidimos acudir a varias tiendas de la ciudad en las que sabíamos que vendían elementos como estos. Sin embargo, y después de haberlo hecho, nuestro sentimiento general era el de decepción: los toldos que nos querían vender eran demasiado caros para una familia como la nuestra, que apenas dispone de un sueldo para vivir.
Rendirse no era una opción porque, mientras tanto, las incomodidades seguían formando parte de mi vida y de la del resto de mi familia. Decidimos llevar a cabo una nueva ronda de búsqueda de empresas que se dedicaran a la venta de toldos, pero en este caso por Internet. Ahí íbamos a tener un poco más de suerte gracias a que conocimos Toldos Clot, una tienda cuyos precios sí se ajustaban a la capacidad económica de la que disponíamos.
Nuevos toldos que mejoran nuestra calidad de vida
Lo primero que hicimos fue consultar el catálogo de una entidad como esa. Queríamos que nuestros toldos fueran eficientes y que impidieran la entrada de los molestos rayos de sol del verano durante varios años en lo que debía ser una inversión de presente y de futuro. Una vez que terminamos de mirar el catálogo y que debatimos el asunto, nos decantamos por comprar un toldo telón, que sin duda sería suficiente para cubrir nuestras ventanas y también nuestras necesidades.
En cuanto les comunicamos la decisión a los profesionales de Toldos Clot, éstos nos hicieron saber que tendríamos instalados los toldos en un breve espacio de tiempo. Así fue. En apenas un par de días ya teníamos los toldos a nuestra plena disposición, perfectamente preparados para protegernos del sol en los crudos y larguísimos días de verano.
Hace un año de todo esto y ha pasado el tiempo suficiente como para poder realizar una primera valoración. Una valoración que es muy positiva y que nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida desde el pasado verano. Ahora descansamos mejor puesto que el sol no nos despierta a las 6:30 cada mañana o en plena siesta. Esto tiene, a su vez, un gran abanico de consecuencias positivas puesto que nos permite afrontar el día con mucha más vitalidad a toda la familia.
Adquiriendo los nuevos toldos hicimos una inversión segura de cara a los próximos años. La calidad de dichos productos está demostrada y por tanto podemos respirar tranquilos. No habrá más rasgaduras en la tela ni se filtrarán más rayos de luz. A partir de ahora comenzaremos a disfrutar de verdad del verano. Todos juntos, en familia. Como debe ser.