Todas las etapas de la vida tienen su importancia. La infancia la tiene porque en ella empezamos a comprender algunas de las cosas que van a ser básicas a lo largo de nuestra vida. La adolescencia también tiene ese componente de aprendizaje que es tan importante en la vida de las personas, pero se adereza con todo lo que está relacionado con una socialización que vive durante esa adolescencia uno de los momentos clave en nuestra existencia. En el caso de una mediana edad, lo que se valora en mayor medida tiene que ver con el trabajo o el dinero y, cuando somos mayores, es la salud la que toma la delantera.
En los párrafos que siguen, vamos a centrarnos en lo que respecta a la infancia. Todos los educadores han manifestado la relevancia que tiene todo lo que sucede y rodea al niño o niña en este momento de su vida. Y no es para menos. Es el momento de ir cimentando la base de lo que va a ser el conocimiento de esa personita que no hace tanto tiempo que llegó y que merece que tanto sus padres como el resto de las personas que se encuentran a su alrededor se preocupen por ella.
Según la página web oficial de UNICEF, la primera infancia importa por varias razones. Esta organización se centra en tres factores que son de especial relevancia en este momento: una alimentación adecuada, los estímulos o la atención. En otras palabras, «comer, jugar y amar». Si construimos esa infancia en torno a todos esos factores, seguro que la persona a la que estamos educando va a poder disponer de todo lo mejor para seguir formándose en valores e intelectualmente. Pocas cosas hay que sean más importantes que eso.
Jugar es una necesidad para los niños y niñas. Y una necesidad muy grande, porque esto tiene un carácter educativo mucho más importante de lo que la gente suele creer. Así es como los más pequeños y pequeñas se van dando cuenta de algunas de las cosas que forman parte de su vida. Afortunadamente, cada vez existe una mayor conciencia entre los padres y madres y, en general, entre todas las personas de la sociedad al respecto de este asunto y ese es el motivo por el que, según lo que nos comentan desde Tribu Pitusa, ha crecido la demanda de juguetes educativos en los últimos años.
Por ese motivo, los especialistas en desarrollo infantil siempre están comentando que es positivo que el niño o la niña juegue. No es para menos. Si no fuera así, ese aprendizaje que se produce a causa del juego no se produciría, lo que podría conducir inexorablemente a esa persona a tener una clara desventaja con respecto a otros niños y niñas de su generación. Esto nunca es positivo y, desde luego, todas las personas que os estéis planteando tener descendencia debéis tener esto en cuenta siempre. Darle lo mejor a nuestros hijos e hijas también implica que jueguen y vuelvan a jugar.
Durante mucho tiempo, cuestiones y factores como de los que estamos hablando no han sido tenidos en cuenta ni por la sociedad ni por las propias personas encargadas de la educación de los más pequeños y pequeñas. Por suerte, en este sentido podríamos decir que han tenido cierta influencia las redes sociales, que han servido como medio para compartir todo lo que tiene que ver con la educación infantil. Y, de ese modo, está claro que existen más posibilidades de hallar la educación que siempre hemos querido para nuestros peques.
¿Ya no queremos tener hijos e hijas?
Durante los últimos años, estamos asistiendo a un descenso en el descenso de la natalidad tanto en España como en otros países desarrollados de todo el mundo. Esto se produce como consecuencia de la llegada de una sociedad en la que la presión en el trabajo es máxima y las dificultades económicas han caracterizado a prácticamente todas las familias. Con esta realidad acechándonos cada día, lo cierto es que vemos lógico que muchas personas se lo estén pensando dos veces antes de tener descendencia. Por tanto, la conclusión a la que llegamos no es que la gente ya no quiera tener hijos e hijas, sino que dispone de muchas más dificultades que antes para enfrentarse a eso.
Ojalá que esa realidad cambie más pronto que tarde. Para eso tienen que cambiar bastantes cosas en la realidad en la que nos movemos, por desgracia. Solo el tiempo puede deparar qué es lo que va a suceder y si van a existir más o menos dificultades a la hora de enfrentarnos a una situación de la vida como de la que hemos venido hablando a lo largo de todos estos párrafos.