Es importante que tengamos en cuenta que la higiene bucodental de los más pequeños hay que cuidarla y que tenemos que educarlos en unos hábitos adecuados para que mantengan una boca saludable.
Los más pequeños no paran de reír, así que tenemos que cuidar esas sonrisas, ya desde su nacimiento. Según informa la Academia de Odontología General, los hábitos para el cuidado de la dentadura deben empezar a desarrollarse cuando el bebé tiene 4 meses, es decir, cuando deja la lactancia y empieza con papillas y otras comidas.
Es muy importante ser conscientes de que, una vez que a los niños le nace su primer diente el tipo de comida que consuma puede afectar a su salud dental durante el resto de su vida.
De hecho, se ha demostrado que el consumo de bebidas azucaradas durante la infancia, así que los alimentos con alto contenido en azúcar tienen una relación directa con la facilidad en la aparición de caries.
Un hábito imprescindible en una buena salud bucodental de los niños
Una de las cosas más importantes para asegurarnos de que los niños lleven una adecuada salud bucodental es saber cómo transmitirles la importancia de lavarse los dientes al menos dos veces al día.
Lo interesante es que los niños adquieran la limpieza de los dientes después de desayunar y antes de irse a dormir como un hábito, sobre todo a partir de los dos años.
Tenemos que explicarles cómo hacerlo bien, es decir, de modo que se limpien los dientes por todas sus caras.
Lo mejor es hacerlo como si fuera un juego, podemos decirles que se llevarán un premio si consiguen eliminar todas las bacterias porque son muy listas y si no lo hacen bien las bacterias se harán más fuertes y les provocará caries.
Por otra parte, debemos tratar de crear hábitos alimenticios saludables y evitar el consumo de azúcar, ya que, además el consumo de exceso de azúcar en la infancia conlleva una muy probable dependencia al azúcar de adulto.
Los zumos de fruta, por ejemplo, tienen un alto contenido de azúcar que en la dieta de un bebé no debe superar el 10%.
En ocasiones y, a pesar, de haber enseñado el hábito de limpieza y de que los niños lo lleven a cabo de forma adecuada puede ocurrir que necesiten alguna que otra visita al dentista, ya sea para una revisión o para una limpieza del sarro que se les pueda acumular por no limpiarse los dientes del todo bien.
Recuerdo lo traumático que me resultaba ir al dentista de pequeña por lo que me cercioré muy bien de encontrar el mejor centro de mi ciudad para llevar a mis hijos.
De hecho, le daba mucha importancia al elemento humando de la clínica dental, no quería solo unos buenos profesionales sino unos profesionales con experiencia y que valoran el trato a sus pacientes.
Así fue como conocí los servicios de Clinica Dental Olivares en Albacete, me lo recomendaron un par de madres que conocía del AMPA del colegio de mis hijos. Me encantaba la idea de que se denominaran como “Diseñadores de Sonrisas”, y que se describieran como una Clínica Dental en la que, no solo tratan los dientes sino también a la gente.
No es de extrañar que sus dentistas sean considerados como los mejores de Albacete, ya que no solo son especialistas titulados, sino que además están en continua formación para realizar el mejor tratamiento odontológico posible.
Y es que cuando en una clínica trabajan con un lema como “Sonríe y Cómete el mundo” consiguen hacer que olvides tus traumas anteriores en otras clínicas.
Recuerdo como uno de sus dentistas le explicaba con mucha sencillez y cariño a uno de mis hijos que su trabajo consistía en “diseñar sonrisas, quitar el dolor y ayudar a masticar y poder comer mejor”.
La verdad es que no sé cómo lo hacen, pero mis hijos nunca han tenido miedo de ir al dentista, tampoco es que sea su actividad favorita pero lo hacen sin problemas y encantados. Siempre me dicen “mamá vamos a los señores de las sonrisas”.
Y Yo me río claro, con mi renovada y enorme sonrisa.