Las mascotas tienen un efecto beneficioso en nuestras vidas. Muchas están ahí, dándonos su cariño incluso en los peores momentos que vive una persona. Uno de estos ejemplos donde los humanos tenemos que ser fuertes y tirar hacia adelante es cuando hay que solucionar un tema tan peliagudo como es la ruptura de la pareja.
Romper una relación no es fácil y más cuando encima se tienen propiedades en común. Cuando se tiene la propiedad de un piso por ejemplo y los dos miembros de la pareja ostentan su titularidad, estamos ante un derecho de propiedad compartido por las dos personas. Esto hay que tenerlo claro.
Cuando es imposible llegar a un acuerdo entre los propietarios del piso o cuando se recibe una herencia y tampoco hay acuerdo entre los herederos de una propiedad, hay que plantearse vender la herencia pro indiviso, pues con ella se liberan los problemas que origina esta situación.
Existen empresas especializadas en gestionar los proindivisos como Proindivisos Levante, la cual cuenta con una oferta para el pro indiviso que sea un problema, sin que sea un problema el porcentaje de propiedad que se tenga del inmueble y sin que sea necesario el contar con el consentimiento de la pareja o del resto de personas propietarias.
Con ello lo que nos ahorramos son momentos de los denominados incómodos con una pareja que se ha roto o después de recibir una herencia con el resto de herederos. Solo se tiene que considerar esta idea y rellenar el formulario, aportando una nota simple actualizada, el recibo de la comunidad, IBI o la basura y ellos te dan la mejor oferta.
Si se llega a un acuerdo sobre la venta, se compra el proindiviso con cheque bancario, ante notario y en poco tiempo, por lo que es una solución bastante práctica a considerar en muchos casos.
Al final, muchas personas reinician su vida después de esta clase de problemas con el fiel apoyo de su mascota.
¿Qué papel tiene un perro o un gato después de romper con la pareja?
Realmente son todo un sostén después de un fracaso sentimental, pues los dueños experimentan menores niveles de ansiedad y pueden recuperarse antes de esta clase de situaciones.
Las mascotas son un gran compañero. Más de la mitad de los españoles lo que hacen es recurrir a sus mascotas cuando se rompe una pareja. La compañía de nuestros amigos animales es impagable.
Hablar con el perro o el gato, abrazarlo y cuidarlo diariamente ayuda a pasar esos momentos de tristeza que suele suponer la ruptura de una relación, algo que también vale cuando muere un ser querido o en los momentos de soledad.
Los desengaños del corazón dejan una serie de cicatrices que las mascotas ayudan a que curen antes. Las mascotas hacen de nuestra vida algo más agradable, algo que se hace especialmente importante después de romper con la pareja.
Cuando nos enamoramos, parece que ignoramos que la pasión puede tener fecha de caducidad, algo que nunca pasa con las mascotas, que mientras vivan estarán a nuestro lado y esto hace que muchas personas decidan volcarse con ellos.
A pesar de todo esto y de las grandes ayudas para nuestra salud y la compañía que dan, todavía en pleno siglo XXI tenemos que soportar episodios de maltrato animal, algo que debería ser erradicado por completo.
Lo mejor en estos casos, especialmente en los de ruptura es que en los temas administrativos y legales te dejes asesorar por especialistas en los temas y en el sentimental, dejes pasar el tiempo.
Suele decirse que el tiempo todo lo cura y en el terreno sentimental, con la ayuda de una mascota e intentando buscar actividades que nos gusten o algunas nuevas, podemos ir superando cualquier situación de desengaño que se nos presente.
No hay una fórmula mágica para sobrellevar este tipo de situaciones y cada persona es un mundo, pero en líneas generales hacer esto acostumbra a ser lo más práctico y eficaz para poder pasar página y ser conscientes que nuestra vida y salud son más importantes que una separación.
Así que ya sabes, si tienes mascota, tendrás en ella un fiel compañero y sino la tienes y piensas que este es el momento, ya sabes adopta a una o hazte con un cachorro, ellos te están esperando y también necesitan de tu cariño.