La llegada de un gato a nuestra vida es siempre sinónimo de alegría, de felicidad y de responsabilidad. Y es que no todo es permitir que el gato haga lo que le dé la gana en su casa. Hay que inculcar una serie de valores para que todo salga bien. Su comportamiento en el hogar tiene que ser inmaculado, pero para ello es aún más importa que nosotros sepamos trasmitir una educación y un comportamiento acertado.
Para conocer un poco más a nuestro gato tenemos que ser conscientes de unas cuestiones. Por ejemplo, el carácter de los gatos está estrechamente relacionado con su herencia genética, hasta en un 30%, que incluye los rasgos característicos de la raza y de los progenitores. Así, cuando los felinos presentan un carácter asustadizo, es muy probable que lo transmitan a sus hijos.
Ante todo, la educación y el entorno en el que se han desarrollado proporcionan a los felinos una experiencia que repercutirá directamente en su comportamiento. Yo os puedo contar cómo fue la educación que intente inculcar a Furia desde el primer día.
El primer día
Recuerdo todavía el primer día que llegó a casa. Un día que según me habían dicho era vital para el resto del tiempo. Durante este corto período debemos mostrarle mucho afecto a nuestro pequeño amigo para que confíe plenamente en nosotros y se muestre receptivo a la hora de aprender. Y así lo hizo, y la verdad es que surtió efecto.
Objetos y gatos son dos palabras que a veces son difíciles de encajar en la misma frase. Desde el primer día, la ubicación de todos los objetos personales es fundamental. Le tiene que quedar claro donde tiene los juguetes, donde la cama, donde el comedero, donde el bebedero y el recipiente con arena. No te preocupes que enseguida aprenderá a utilizarlos. También debe disponer siempre de agua limpia y fresca, que renovaremos de forma frecuente.
En mi caso solo tuve que lamentar la rotura de una pieza de pizarra que tenía en el salón. Pero bueno, no hay nada que no se solucione yendo de nuevo a Ponferrada, en concreto a Ardois Despagne, y se compren más piezas. Creo que a mi gato también le pareció cómoda la pizarra y quiso dormir mejor.
Una vez que Furia ya se fue acostumbrado a su nuevo entorno. Será el momento de empezar a enseñarle algunas cosas para que sepas cómo educar a un gato desde que es pequeño. Y es que, como cuando tienes a un bebé, estas fechas son vitales para saber el devenir de nuestros gatos. Yo tuve claro que si quería tener un gato en casa, tenía que implantarle una metodología, y que no hiciera lo que le diera la gana.
Cosas a enseñar
Pues bien, como te digo hay una serie de cosas que tenemos que tener bien claras. Por ejemplo hay que tener un rascador desde el primer día y motivarlo para que juegue con él de forma regular para que el gato aprenda a usarlo. Una buena idea es comprar un rascador dinámico, que incluya juguetes y otros objetos.
El gatito va a aprender a afilarse las uñas en el sofá, y que lo haga cuando te marches de casa. En este caso, hay que motivar al gato para que juegue con él. Y no te olvides de darle un premio cada vez que lo haga bien. Podemos utilizar premios de comida sabrosos o caricias y palabras amables. Yo soy un padre que siempre premia la teoría del incentivo. Y es que al final, nuestra vida se basa en esto. ¿No?
Cuando el gato es aún muy pequeño. Es decir, antes de las tres semanas de edad, debemos permitirle que mordisquee y explore, ya que es propio de esta etapa y fundamental para su conducta exploratoria. Poco a poco irá conociendo un poco más lo que puede morder, lo que no.
Por supuesto nada de gritos, de amenazas ni de golpes. Esto es tan sencillo como hablar con él, y el gato rápidamente sabrá lo que está bien y lo que está mal.
Todos estos elementos forman parte del enriquecimiento ambiental de los gatos, imprescindible para una correcta educación y, en general, para mantenerlo bien estimulado y motivado. Lo que tenemos que tener claro es que la llegada de un gato a nuestra casa supone una responsabilidad. Por eso, hay que tenerla entre todos. No dudes de que si el gato ve que no eres cariñoso con él, su comportamiento será muy lejano a lo que puedes desear.