El sistema de educación nórdica se encuentra en el puesto número uno en toda Europa, con un sistema de calidad y gratis para tod@s. ¿Cómo lo han conseguido?
Según todos los datos, los niños y las niñas de los países nórdicas son los más preparados del planeta, y es que tan solo un 8% de los estudiantes no llegan a terminar la secundaria.
Entre el sistema educativo nórdico y el nuestro, existen grandes diferencias. Para empezar, no es tan común que los niños y niñas vayan a la guardería como en España, y de hecho menos de la mitad lo hacen. Y lo que más llama la atención que no es hasta la edad de 7 años cuando empiezan a asistir al colegio. Lo curioso, es que a pesar de empezar más tarde, sus puntuaciones son mejores según todos los informes.
En estos países se promueve la inclusión y participación de todo el alumnado, compromiso que adquiere su propio maestro o maestra, el mismo durante los 6 años que abarca la primaria. Así los alumnos y alumnas, crecen seguros y tienen un mayor control sobre sus emociones.
El objetivo, no es ganar, la competencia queda fuera del ámbito de interés de este sistema educativo que apuesta por la ausencia de nota numérica hasta 5º de primaria.
Otra de las diferencias entre el sistema educativo nórdico y el nuestro consiste en que es totalmente gratuita desde preescolar hasta la universidad, incluidos los libros, el comedor y todo el material escolar. Desde luego el avance es importante.
El pueblo nórdico siempre ha sabido cuidar de sus peques, y hasta sus diseños de mobiliario infantil dan prueba de ello. En Kalma y Violeta saben que los nórdicos destacan por algo más que por su sistema educativo, y esto es por su estilo único en cuanto a decoración, y por eso, han sabido recoger lo mejor del mismo diseñando su propia línea de mobiliario de estilo nórdico y con mucha personalidad. Aquí se puede encontrar de todo, cabeceras, camas infantiles artesanales y vintage llenas de encanto, literas para niñ@s, mesas auxiliares, originales percheros de pared inspirados en las formas de la naturaleza y todo tipo de objetos decorativos, como sus divertidas pizarras magnéticas.
Sistema educativo español VS sistema educativo finlandés
Hemos visto ya que existen diferencias importantes entre ambos sistemas educativos, pero la más importante es, desde mi punto de vista, la total integración que existe entre la familia, la escuela y las instituciones de índole cultural como teatros, cines, museos, ludotecas o bibliotecas, que por cierto, a estas últimas suele acudir por norma el 80% de la población. Igualito en nuestro país, ¿a qué sí?
Y es que a diferencia de lo que ocurre en España, los padres y madres finlandeses se sienten totalmente responsables de la educación de sus hijos e hijas, y no delegan en la escuela como ocurre aquí. Allí, están convencidos que son ell@s los que primeros en transmitir un sistema de valores y una educación a sus peques, que complementan con la recibida en la escuela.
Además, está el asunto de la conciliación familiar. El sistema finlandés se vuelva para que las familias puedan conciliar su vida profesional con la familiar, y para ese fin cuentan con numerosas ayudas oficiales. Algo totalmente impensable en nuestro país.
Finlandia sabe que los niños y las niñas son el futuro y su mayor bien, y por eso se tiene especial cuidado en sus primeros años de enseñanza. Por esta razón los mejores profesores y profesoras del país se destinan a la educación primaria, a los que se les exige un expediente brillante durante el bachillerato y la selectividad, además de ciertas dotes sociales, valorándose especialmente su participación en causas benéficas o en actividades de voluntariado. De hecho, en Finlandia, ser maestr@ de primaria constituye un honor nacional.
Después de conocer todas estas diferencias con respecto a nuestro sistema educativo no es de extrañar la posición en la que se encuentran ambos países en los principales informes educativos. Los expertos y expertas advierten, que de no cambiar nuestro actual sistema educativo, nuestr@s jóvenes estarán condenados al fracaso escolar. Un estudiantado que ha vivido tantos cambios, lo tienen muy difícil.