La imaginación infantil es un prodigio de la naturaleza que no deberíamos perder con la madurez pero que, desgraciadamente, perdemos. Cuando era niña, si entraba en una atracción de feria o iba a una fiesta infantil decorada me parecía todo maravilloso porque, para mí, ese atrezzo de cartón piedra y esa decoración temática era fantástica y me tele trasportaba a un mundo maravilloso.
Recuerdo una vez, siendo ya una jovencita, que al cumplir años (no sé si cumplía 14 o 15) quise organizar una fiesta de terror. Mi presupuesto era limitado así que la decoración se basó en un par de telas oscuras que colgaban del techo en el estrecho pasillo de mi casa, y varias fotocopias (a color, eso sí) de imágenes terroríficas de monstruos que había sacado de Internet. Luego, desde la habitación de mis padres y desde la habitación del fondo, salían dos amigos míos disfrazados pegando un buen susto a cada uno de los invitados al cumpleaños. Como veréis fue una decoración pobre pero la recuerdo como algo fantástico, como un foso del terror, y eso es porque mi imaginación aún me permitía ese viaje.
Hoy en día, si veo una bonita decoración, puedo apreciar la estética y el trabajo pero muy pocas cosas consiguen aquel efecto, ni siquiera los grandes parques de atracciones tematizados como Terra Mítica, Port Aventura o Eurodisney lo consiguen y ¿sabéis qué? Lo echo de menos. Por eso quiero que el cumpleaños de mi sobrina, que es en una semana, consiga llevarla hasta ese mágico mundo igual que yo viajaba siendo niña y os puedo asegurar que me lo estoy currando mucho para lograrlo.
Hay que pensar en decoración, música, disfraces e incluso en cómo envolveréis el regalo estrella. Además, como está tan de moda, no puede faltar una mesa de dulces y la tarta tematizada. Os aviso que las tartas de fondant no son baratas pero si encontráis a un buen pastelero y artista merecerá la pena porque algunas creaciones son auténticas maravillas.
Star Wars
Tal vez podríais pensar que Elena, mi pequeña sobrina, es fan de las princesas Disney o de algunos dibujos de moda pero no, ella, con sus 8 años, es súper fan de “La Guerra de las Galaxias” y por esto toda la decoración estará basada en la famosa saga de George Lucas. Naves espaciales colgando del techo con hilos, imágenes de los fantásticos mundos de Naboo, Alderaan, Endor y Tatooin adornando las paredes del Club Social donde merendarán los niños, flotadores y colchonetas de Star Wars en la piscina y, por supuesto, los mejores disfraces de la saga esperándoles a la entrada para que todos luzcan un disfraz diferente. Casi toda la decoración es DIY, pero las colchonetas y los disfraces los compré en La Casa de los Disfraces, donde tienen una sección sólo de las películas.
He comprado 12 disfraces, uno de más por si acaso: tres de soldado espacial, un Darth Vader, un Kylo Ren, un Chewbacca, dos de Jedi, uno de Leia, uno de Rey (el que quiere mi sobrina), uno Luck Skywalker y uno de Princesa Amidala.
Quiero que alucine y que lo viva como si realmente estuviera dentro de un pequeño mundo de la interminable saga porque sé que a esa edad, con muy poca ayuda, se puede conseguir.