Disfrutar del hogar y de la vida en familia no tiene precio. En ocasiones, este tipo de cuestiones no las valoramos lo suficiente y solo cuando no podemos disfrutar de ellas es cuando nos acordamos de lo importantes que son para nosotros. La tranquilidad y el cariño que se nos proporciona son insustituibles.
Es una pena que a veces algún problema en casa enturbie esos momentos en los que podemos disfrutar de los nuestros. Desgraciadamente, así ocurre muchas veces. Y no nos queda más remedio que resignarnos y ponerle una solución a ese asunto para evitar que surta demasiado efecto en nuestra cotidianeidad. Solo nos queda desear que la solución sea lo más rápida posible y que en el aspecto económico el desperfecto no nos descuadre todo un mes. Y con ello nos damos más que por satisfechos.
Mi mujer, mis dos hijos y yo vivimos en la localidad de Getafe, al sur de Madrid. Lo hacemos desde hace una década en un bloque de pisos del centro del municipio. Vivir ahí hace que tengamos relativamente cerca nuestros trabajos y que los niños puedan ir al colegio sin dificultad alguna. Sin embargo, la gran desventaja es el gran calor al que estamos sometidos en verano. En el piso da el sol durante prácticamente todo el día en verano y eso hace que la sensación térmica dentro de él sea insufrible.
Es por eso por lo que hace algunos años decidimos instalar un aparato de aire acondicionado. Decidimos ponerlo en el salón, el centro neurálgico de nuestra vivienda, el lugar donde más tiempo pasa reunida la familia durante el día. El aparato funcionaba con normalidad y cumplía ese cometido de hacer más soportables los días de calor en el piso.
Sin embargo, antes de comenzar este verano tuvimos problemas con él. Después de no haberlo puesto durante algún tiempo, el aparato no funcionaba, no respondía a las órdenes que desde el mando le dábamos. El aire acondicionado se nos había estropeado a las puertas del verano y nuestras caras de horror lo tenían que decir todo. Teníamos que solucionar el problema y rápido.
Empezamos a buscar por Internet empresas de la zona que soliviantaran problemas como el que nos habíamos encontrado. Que pudiesen hacerlo era lo principal, pero que lo hicieran a un precio razonable y de manera inmediata también era determinante para tomar nuestra decisión. Después de haber apuntado algunos teléfonos, encontramos www.eco-cima.es, una entidad de la vecina Leganés que se encargaba, entre otras cosas, de reparar aparatos de aire acondicionado estropeados.
En la ribera del infierno
Llamamos a los profesionales de Eco-Cima y en pocos días nos arreglaron el aparato. Pudimos comprobar, cuando volvimos a accionar el mando, que esta vez sí funcionaba y que lo hacía con la eficiencia y el silencio de siempre. Sin lugar a dudas, acabábamos de salvar nuestro verano y por ello quedamos encantados con el servicio que nos había proporcionado la empresa.
Muchos de nuestros vecinos han tenido problemas con su aire acondicionado desde entonces, y nosotros siempre les recomendamos que llamen a Eco-Cima para que solventen sus problemas. Nos hemos ganado el agradecimiento de todos ellos porque sus profesionales también han sido capaces de reparar los problemas de diferente calado de los aparatos. Cuando alguien nos pregunta por el precio del servicio sale de dudas: sin duda se trata de un precio asequible y que una familia como la nuestra, que vive sin lujos, puede asumir.
Y merece la pena asumirlo, porque de no haberlo hecho esa comodidad que sentimos cuando estamos todos reunidos en el salón no existiría. Para una perfecta convivencia el entorno tiene que ser el adecuado, y el aire acondicionado para el verano es fundamental para asegurar esa garantía.