Siempre he tenido muy claro que el tema de la religión en mi casa sería un tema abierto y nunca, jamás, pretendí obligar a mis hijos a creer en lo que no quisieran. Ana, la mayor, que tiene ahora 13 años, tomó la decisión de no hacer la primera comunión y nosotros lo respetamos. Si más adelante quiere hacerla siempre estará a tiempo pero por ahora no parece tener demasiadas ganas. Sin embargo, su hermano Javi, que este año cumple los 9 años, tuvo claro desde hace tiempo que sí quería tomarla y nosotros le apoyamos en su momento y ahora.
Mi marido es de la opinión de que sólo quiere pasar por ahí porque, como cualquier niño o niña de su edad, quiere tener una gran fiesta y recibir regalos así que, hace unos días, lo senté frente a mí y le dije que como había decidido tomar la comunión le iba a proponer dos cosas: la primera es que hiciéramos una fiesta por todo lo alto en la finca familiar y la segunda es que, si no estaba seguro, dedicáramos ese dinero en viajar los cuatro juntos este verano a Disneyland Paris y su respuesta fue contundente: no mamá, yo quiero comulgar. Así que aquí estoy ahora mismo, buscando un catering que me ofrezca buenos menús. Por ahora he reducido las opciones a dos: La Frolita y Mag Catering. Ambas opciones parecen buenas pero como no tengo referencias no sé a quién elegir.
No es que vayamos a ser demasiados, hablamos de unos 25 o 30 invitados solamente. Diez o doce son la familia más directa y el resto amiguitos de mi hijo del colegio, de judo y sus primos. Pero, aun así, no quiero que se nos vaya de las manos y por eso busco un catering con menús asequibles y parece que estos dos entran dentro de nuestra idea.
Por otro lado tengo que pensar si vamos a decorar la finca o algo, aunque sea con cosas sencillas. Puede que ponga una piñata para los críos y algún cartel o algo pero poco más, tampoco quiero pasarme. Al fin y al cabo la comunión no es algo que se hace por la celebración en sí.
Si dentro de unos años mi hija Ana quisiera hacer su primer comunión la llevaría a que la hiciese pero no seré yo la que la obligue a ello porque pienso que por mucha familia religiosa, o no, que tengas, la elección de creer o no, o de seguir una doctrina o no, es tuya y de nadie más, ni siquiera de tus padres.
Obviamente, pensando de este modo, es fácil creer que mis hijos no están bautizados pero os equivocáis. Si bien es verdad que pienso que la elección debe ser suya, también opino que es necesario que los padres decidan por ellos cuando apenas son recién nacidos y aunque soy consciente de que podrían bautizarse a cualquier edad la realidad es que bautizarse no es algo que pueda hacer daño, es inofensivo, tengas la creencia que tengas, así que yo decidí bautizar a ambos ya que a esa edad no pueden decidir y que el resto de elecciones las tomaran ellos solos.