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Mi mascota se viene conmigo

El verano es una época en la que las vacaciones y el tiempo de ocio en general marcan la rutina de mucha gente. Por suerte, y después de un año de duro trabajo, millones y millones de españoles y españolas encuentran el momento para descansar, dedicarle más tiempo a su familia y a sus amigos y aprovechan a su vez para escaparse de su lugar habitual de residencia y cambiarlo por un destino que sea más hecho a medida para ellos, véase playa, montaña o cualquier otra elección.

Estamos cansados de ver, en televisión, lo peor que nos deja un mes como el de agosto como consecuencia de las vacaciones: animales abandonados a su suerte a lo largo y ancho del territorio español. La verdad es que la imagen que esto da y el poco corazón que se demuestra con ello es totalmente repugnante. Las mascotas no merecen ese trato digno de tiranos y seres despojados de toda forma de razón y conciencia. Aunque no nos las podamos llevar de vacaciones con nosotros, hay más opciones que valorar. Pero nunca el abandono.

Afortunadamente, parece que estamos tomando un poco más de conciencia en España en lo relativo a este asunto. El argumento nos lo dio una buenísima noticia que publicó el diario La Vanguardia el 6 de agosto de 2015: y es que, según publicaba la misma, el 90% de los propietarios de mascotas iban a viajar durante ese verano de vacaciones con ellas. Eso, ni que decir tiene, nos deja más tranquilos a todos aquellos que nos consideramos defensores de los animales y que defendemos que las mascotas forman parte de la familia con todas las de la Ley.

Es evidente que si queremos viajar con mascotas de vacaciones nos va a costar un poquito organizar nuestro desplazamiento. Pero, desde luego, merece la pena. Así lo estamos empezando a ver los españoles, los cuales, en virtud de otro artículo que vio la luz en la página web del diario 20 Minutos, decidimos el destino de nuestras vacaciones en función si se admiten mascotas o no en ese lugar. Según esa noticia, era un 28% el porcentaje de españoles que iban a viajar durante 2015 con sus animales y un 31% el de gente que consideraba que no podía disfrutar estando alejada de sus mascotas.

Las mascotas forman parte de la familia y, como tal, debemos hacer todo lo posible para que permanezcan con nosotros aunque nos marchemos de vacaciones durante el mes de agosto. El octavo mes de este año ha dejado buenas noticias a este respecto según nos han indicado los empleados y especialistas de Animales por Avión. Al parecer, este año ha seguido creciendo el número de familias que han cumplido con su deber llevándose a sus mascotas durante las tradicionales vacaciones de verano. Era lo que esperábamos oír y lo mejor que les podía pasar a nuestros animales.

La caza, el siguiente gran objetivo

Confiamos en que esos datos continúen mejorando de cara a los próximos años porque sería la señal definitiva que indicaría que, efectivamente, se ha producido un cambio de mentalidad entre los españoles. Sin embargo, todavía quedan muchas batallas que lidiar en el terreno de la protección de los animales ante la aberración que produce el ser humano. Una de esas batallas es la que está relacionada con la caza. Muchísimos animales (perros, normalmente) son abandonados o sacrificados una vez que finaliza la temporada.

Denunciar es una obligación por parte de cualquiera que tenga información o pruebas que hagan visible esta injusticia que sigue siendo bastante habitual en el interior de nuestras fronteras. Todos los años nos encontramos con noticias negativas al respecto y entendemos que ha llegado la hora de pararles los pies a los cazadores que se dedican a este tipo de labores. La Administración Pública también debería tomar cartas en el asunto.

El futuro tiene que ser más respetuoso con nuestros animales. Llevárnoslos de vacaciones parece una tontería, pero desde luego es un método que pone de manifiesto lo que nos importan y lo que valoramos que estén con nosotros. La alegría, el cariño y la ternura que nos aportan difícilmente nos lo podrían aportar más de diez personas a lo largo de nuestra vida. Y todos lo sabemos.

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