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Psicología del color y los niños

Los dibujos y la pintura son mucho más que una actividad recreativa para las niñas y niños, por lo que es importante que sepamos cómo esta actividad tan simple, ayuda con el crecimiento óptimo de nuestros pequeños, no solo a nivel cognitivo, sino a nivel emocional y psicológico.

Si hacemos memoria, es bastante probable que muchos de nuestros recuerdos de niños tengan que ver con el dibujo y la pintura, tal vez aún es nuestras casas tengamos muchos de esos dibujos que hicimos junto a nuestros hermanos, acompañados por papá y mamá, así como también podemos ser ahora los adultos que acompañamos a los pequeños en esas tarde llenos de pintura y color en casa.

Por ello, conversaremos largo y tendido sobre la importancia del dibujo, la pintura y la psicología del color, buscando aclarar muchas preguntas que los padres solemos tener al respecto.

El Dibujo

A lo largo de la infancia, el dibujo cumple una parte fundamental en el desarrollo de las niñas y niños, pues los ayuda en:

  • La motricidad fina.
  • El posterior desarrollo de la escritura y la lectura.
  • La expresividad de las emociones y sensaciones.
  • La creatividad.
  • La madurez psicológica
  • La formación de la personalidad
  • La confianza en sí mismo

Teniendo esto en cuenta, es importante que sepamos cuales son las diferentes etapas por las que pasa el niño durante su infancia en relación al dibujo, de forma que podamos hacer del dibujo y pintura no solamente una actividad de entretenimiento, sino una actividad educativa y de expresión de sentimientos.

  • Desde los 2 a los 4 años: En esta etapa los niños realizarán garabatos. Suelen ser trazos desordenados y sin lógica aparente pero, con el tiempo, se irán convirtiendo en líneas más definidas e intencionadas. Aquí podemos ayudar al niño ofreciéndole el material adecuado para que realice los dibujos: Papel, ceras o pinturas. También suele ser la temida etapa en la que las paredes de casa se pueden ver perjudicadas, por ello, es importante que nos aseguremos que como medida preventiva, de que los lápices, colores o rotuladores que tengamos al alcance de los niños, sea fácil de limpiar.
  • De los 4 a los 7 años: Podemos definir este periodo como una etapa pre-esquemática. En estas edades los trazos son cada vez más definidos en forma y dirección y los dibujos finales empiezan a parecerse cada vez más a aquello que quieren representar. Cuanta más edad tenga el niño más detalles incluirá el dibujo. Podemos guiarlos en este desarrollo poniéndoles ejemplos, ofreciéndoles distintos materiales, probando con diferentes tipos de colores de cera, madera, pinturas y facilitando momentos específicos para dibujar…
  • De los 7 a los 9 años: Los detalles empiezan a destacar dentro del dibujo. Además, los niños empiezan a contextualizar y a incluir objetos o paisajes que rodean a la figura principal. En esta etapa es importante que si queremos que las habilidades artísticas de las niñas y niños, sean mejor desarrolladas, busquemos apoyo en profesionales para que puedan asistir a talleres y decantarnos por impulsar la expresión artística.
  • De los 9 a los 12 años: En esta etapa que denominamos irrealista, el desarrollo mental del niño ya le invita a representar sus dibujos intentando guardar la mayor similitud con la realidad aunque, aún no lo dominen del todo. Si las niñas y niños han mostrado inquietudes en el dibujo y continúan practicándolo, es recomendable ofrecerles ayudas complementarias: libros, clases, recursos audiovisuales. En general, continuar con la educación en el arte y permitiéndole acceso a diferentes materiales, de forma que pueda experimentar y descubrir.
  • A partir de los 13 años: Entramos en una etapa de preadolescencia y es aquí cuando el dibujo se convierte en una afición para algunos y otros la abandonan por completo.

Es importante destacar, que las inclinaciones artísticas deben nacer del niño y por un gusto personal. Convertir el arte en una obligación hace que los pequeños se alejen de ella, por lo que hay que respetar que si en algún momento los niños o adolescentes, deciden inclinarse por otro tipo de actividades, como los deportes, la música, la lectura, su decisión es completamente respetable y válida, aunque unas no sean excluyentes de las otras.

Ahora bien, teniendo claras las etapas del dibujo y viendo que en ellas comienza el color a ser una parte importante, es importante que tengamos un conocimiento básico sobre la psicología del color y cómo funciona con los pequeños. Para ello, conversamos con el equipo de La Casa del Pintor quienes cuentan con más de 30 años en el mundo del color, y quienes compartieron su conocimiento sobre la psicología del color con nosotros.

Psicología del Color

La psicología del color es el estudio de cómo el color afecta el comportamiento humano, siendo esta una rama del campo más amplio de la psicología del comportamiento. Esta ciencia argumenta que sentimos el color y que cada color tiene una poderosa influencia sobre el estado de ánimo y mental de un individuo.

Partiendo de allí, el uso que le dan los niños a los colores, puede ayudarnos mucho a entenderlos, por lo que es importante comprender que la elección de un color u otro puede estar determinada por muchos factores, como por ejemplo su estado de ánimo o qué color le ha llamado la atención en el momento de dibujar, pero puedes encontrar fácilmente un color que predomina en todos sus dibujos y que utiliza repetidas veces.

Por ello, haremos una lista que permitirá entender mejor lo que significan los colores que los pequeños utilizan:

  • Azul: el color de la calma, la tranquilidad y la sensibilidad. Se trata de un color que suele estar asociado con una gran capacidad de inteligencia emocional, aunque algunos expertos señalan que la excesiva presencia del azul en los dibujos puede representar un problema de enuresis.
  • Negro: sin duda uno de los colores más potentes y con más fuerza. Si existe una predominancia de este color, significará que el niño tiene una personalidad rebelde y revoltosa, incluso con cierto halo de tristeza y melancolía. Especial cuidado hay que tener con la constante combinación de negro y rojo junto con trazos muy marcados, ya que denota agresividad y poca paciencia.
  • Naranja: un color asociado con la niñez y la sociabilidad. La presencia del naranja denota una gran facilidad del peque para relacionarse con el resto de personas, aunque una utilización excesiva del mismo es señal de impaciencia e irritabilidad.
  • Rosa: el color femenino por excelencia se asocia a sensibilidad y calma, al mismo tiempo que delata una mente soñadora con mucha imaginación. No sólo se trata de un color muy utilizado por las niñas, sino que los niños más sensibles le dan importancia al color rosa en sus dibujos.
  • Amarillo: el color amarillo es signo de felicidad y vitalidad. Cuando este color se integra perfectamente con el resto de colores sin destacar por encima del resto, puede ser indicio de creatividad y energía, pero debemos tener cuidado si predomina en el dibujo, ya que puede ser signo de que el pequeño está pasando por situaciones que le crean tensión.
  • Verde: esperanza, positividad y tranquilidad son adjetivos que rápidamente asociamos al color verde. Denota una gran conexión con la naturaleza, aunque si se utiliza para representar entornos o elementos que no son de dicho color puede ser señal de rebeldía y problemas emocionales.
  • Rojo: valor, vitalidad, energía y pasión, cualidades de uno de los colores que más llama la atención a los niños y niñas. El rojo será positivo si en el dibujo mantiene un equilibrio con el resto de colores, ya que denotará un buen control de las emociones. Ahora bien, si en su dibujo vemos una gran predominancia de este color, será un indicador de irracionalidad y necesidad de trabajar en el autocontrol.
  • Marrón: el predominio del marrón más famoso, que es el que representa al tronco de los árboles, puede significar que nuestro peque tiene una visión realista de las cosas que ocurren a su alrededor, por lo que tendría un gran sentido de la responsabilidad a pesar de su edad. Ahora bien, cuando el tono predominante es un marrón oscuro, estamos ante un indicador de seriedad e intolerancia.
  • Violeta: este color asociado al mundo de las hadas y la fantasía por excelencia expresa una necesidad de dominar los sentimientos, al mismo tiempo que deja entrever una sensación constante de melancolía y tristeza. Aunque no es habitual que el violeta predomine por encima de otros colores, cuando el violeta es el absoluto protagonista es señal de un malestar interno provocado por la presión que los padres ejercen sobre el pequeño.

Entendiendo esto, es importante y necesario que le permitamos a las niñas y niños, utilizar la creatividad y dejarles libertad para expresarse mediante el uso de los colores, de esa forma podremos conocer algunas cosas que nos permitirán no solamente entender mejor a los pequeños, sino también tratar con las situaciones que puedan presentarse, siempre de la mano de los profesionales en el área, tanto a nivel educativo como a nivel psicológico.

 

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