Te voy a contar una curiosidad, ¿sabías que personajes tan famosos de la historia como Julio César, Napoleón Bonaparte, Luis XIV o el Cardenal Richelieu nacieron con dientes natales? Pues sí. Pero, ¿sabes que son los dientes natales? Son aquellos dientes en los que una parte o todo el diente ya están erupcionados y presentes en la cavidad oral del bebé en el momento de su nacimiento.
Se estima que 1 de cada 2.000 recién nacidos presenta esta rara tipología, que a lo largo de la historia ha sido considerada, por extraña, y dependiendo de la parte del mundo en que se presenta una bendición o un presagio de mala fortuna. Así, por ejemplo, en China y Polonia a estos bebés se les consideraba monstruos, mientras que en India y África eran considerados unos verdaderos demonios y sus madres, víctimas de una posesión maligna. Por el contrario, en Malasia los creían portadores de buena suerte y en Inglaterra se creía que estos niños cuando crecieran se iban a comer el mundo por sus ansias de vivir. Dejando a un lado estas genuinas creencias populares, lo cierto y lo que hoy en día sabemos sobre los dientes natales es que pueden estar asociados a factores hereditarios, aunque no tiene por qué haber antecedentes familiares, a paladar o labio hendido, factores ambientales o a determinados síndromes congénitos como el de Ellis-van Creveld, el de Hallermann-Streiff, de Pierre-Robin o el síndrome de Soto.
Generalmente los dientes natales, también denominados “dientes congénitos” o “dientes fetales”, se presentan en el maxilar inferior, en el lugar que ocuparan los incisivos centrales inferiores, pudiendo salir uno solo o los dos a la vez. Entre sus características singulares podemos señalar que debido a que han erupcionado prematuramente no han desarrollado del todo su raíz y están adheridos al borde de la encía mediante tejido blando, por lo que es frecuente que se muevan. En este caso, los especialistas consideraran la posibilidad de su extracción por el importante riesgo de que el bebé pueda “aspirarlo”. En este sentido, si vuestros pequeños han nacido con estos dientes, nosotros os recomendamos que os dirijáis a la clínica dental Vivanta, donde os asesorarán y os atenderán para arrojaros algo de luz sobre este tema y lo harán a través de la profesionalidad y experiencia que necesitas para cualquier problema dental que se presente, dado que su equipo profesional junto con la innovación tecnológica y la mejora constante de sus procesos médicos hacen que cada caso sea único.
Las principales complicaciones que se pueden presentar con este tipo de problema son:
- “Aspiración” o “Inhalación” del diente flojo por parte del bebé.
- Problemas de amamantamiento, ya que es posible que el bebé muerda el pezón de la madre.
- Irritación, heridas o lesiones en la superficie de la propia lengua del bebé, lo que se conoce como enfermedad de Riga-Fede, un proceso inflamatorio benigno causado por los bordes afilados o puntas del esmalte del diente, y que puede llegar a interferir en la alimentación del recién nacido.
- Rechazo del bebé al biberón o a la lactancia materna y consiguiente desnutrición del bebé.
El tratamiento a realizar dependerá de las características del propio diente y de la cavidad oral del recién nacido:
- Si está firme, se puede pulir el borde del diente para evitar irritaciones o lesiones. La lengua en caso de presentar algún tipo de lesión se tratará con soluciones alcalinas.
- Si presenta una elevada movilidad con riesgo de desprendimiento, se procederá a su extracción. En el caso de extracción, se aconseja esperar a que el bebé tenga por lo menos, entre 10 y 14 días, ya que esto permitiría que la flora intestinal del recién nacido produzca vitamina K, la cual es esencial para conseguir unos niveles adecuados de protombina, una proteína presente en el plasma sanguíneo y que forma parte del proceso de coagulación.
- En definitiva, los dientes natales no deben ser extraídos a menos que sean marcadamente inmaduros o móviles.
Otros tipos de erupciones dentales en el recién nacido
Además de la que os hemos mencionado, lo cierto es que existen otros problemas que pueden suceder con los recién nacidos, como pueden ser:
- Dientes neonatales. A diferencia de los dientes natales, se denomina dientes neonatales a aquellos dientes que erupcionan o se hacen presentes en la cavidad bucal del recién nacido durante sus 30 primeros días de vida, y aunque el porcentaje de frecuencia de ambos es muy bajo, según estudios realizados nos indican que son más frecuentes los dientes natales que los neonatales en una proporción aproximada de 3 a 1.
- Erupción dental retrasada. Cuando se retrasa más allá de los 13 o 15 meses, pudiendo tener su origen en un patrón de herencia familiar o en una enfermedad.
- Proceso normal de erupción dentaria. Suele comenzar hacia los 6 meses y finalizar con una dentición completa de 20 piezas dentales hacia los 24 – 30 meses.