¿Seguridad Social o Medicina Privada?

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En mi familia tenemos tradición de médicos y enfermeras desde hace ya tres generaciones y eso provoca que muchas veces vengan a hacerme preguntas relacionadas con la vida familiar y últimamente algo que preocupa mucho son los seguros médicos. Lo sé, porque ya hay varias personas que han acudido a mí en busca de consejo, sobre todo en lo referente a los niños, así que os voy a hablar desde mi experiencia. Para empezar os diré que si queréis seguridad privada acudáis a un buen centro médico como Benviure, en Barcelona, donde tienen expertos en todas las especialidades y no dependen de subcontratas ni de derivaciones para realizar la mayoría de las pruebas.

Lo que tenéis que buscar es un seguro o un centro privado que cuente con todos los adelantos porque, en mi opinión, ya que lo pagas, debes tener un beneficio por encima del que pueda ofrecerte la seguridad social porque, de lo contrario, no merece la pena. Así que como primer consejo os recomiendo que entréis en la web de Benviure y veáis de lo que os hablo para que podáis buscar algo parecido en vuestras provincias, ya que yo sólo puedo hablar del ámbito de Cataluña.

Una vez dicho esto os voy a decir dos cosas: si estamos hablando de una intervención complicada o donde corra peligro tu propia vida acudid a las Seguridad Social. Si bien todos somos humanos y pueden equivocarse, la realidad es que disponen de los medios necesarios para que, en caso de que salte la alarma, haya todo un equipo médico pendiente del problema y tengan todos los aparatos y herramientas necesarios a su disposición.

Esto lo digo porque he trabajado en centros privados donde los médicos desaparecen por la noche (con la excusa de que estarán localizables a través del móvil por si hay una emergencia) y se quedan, al cuidado de todos los pacientes, enfermeras, auxiliares y celadores, pero ningún facultativo a la vista. Si verdaderamente hubiera una urgencia, quien debe reaccionar en esos casos, son las enfermeras y por muy profesionales que sean no tienen lo conocimientos de un médico y éste, por muy localizable que esté, tardará como mínimo de 5 a 10 minutos en llegar al hospital privado así que, en mi opinión, se les podría ir todo de las manos en menos que canta un gallo. Además, como muchos sabréis, no disponen de todos los aparatos, herramientas y/o tecnología en el mismo centro por lo que suelen derivar a otros y en caso de inminente necesidad, el traslado del paciente también conlleva un tiempo precioso.

Ahora bien, los centros privados, sobre todo los bien equipados, son perfectos si queremos que nos atiendan rápido. Mientras que un dermatólogo en la seguridad social puede tardar de 4 meses a 8 en verte un lunar que te molesta o que ha cambiado de forma, en un centro privado te ven esa misma semana, a veces en menos de 24 horas, por lo que, en caso de tener que preocuparnos, sabríamos mucho antes el motivo y pondríamos remedio con celeridad. Así que todo tiene sus ventajas y desventajas.

En cuestión de niños yo aconsejo siempre hacernos un seguro privado que incluya un seguro dental y medicina sin copago, como mínimo, en pediatría, porque los niños son propensos a ponerse malos o a tener caries y el seguro nos puede salvar de muchas situaciones incómodas o lentas con nuestros pequeños pero teniendo siempre presente la misma premisa anterior: ante gravedad, seguridad social.

Esos son mis consejos, que no tienen por qué ser los mejores, ni siquiera tienen por qué ser buenos, pero son los míos.

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