Sexo sentido, es una canal de Youtube, dirigido a la educación sexual de l@s más jóvenes, coordinado por la terapeuta sexual, Maite Domènech, y el cineasta David Victori. Maite Domènech, es una profesional del Tantra, Rebirthing y Terapia Regresiva, que actualmente, dirige la formación en Tantra al Corazón. Es autora del libro, “Un Si a la Vida”, de Ed. Mandala, y del manual “Iniciación al Tantra”, de Ed. Hispano Europea. Además, colabora en diversos medios de comunicación, TV, radio, prensa, nacionales, como internacionales. Ha publicado numerosos artículos en revistas como Integral o Mente Sana. La terapeuta, trata de aportar, con su mensaje vital, una nueva manera de ver la vida.
El programa, está especialmente diseñado para, intentar de aclarar las dudas relacionadas con la sexualidad, entre las personas adolescentes, en esta etapa, en las que comienzan las primeras relaciones íntimas. Pero, ¿a qué edad debería comenzar la educación sexual?
La educación sexual por etapas
Pues bien, cada edad, es diferente, y por lo tanto exige un tipo de educación diferente y adecuada a la edad del peque. Cada etapa de la vida de la niña o el niño, implica unas dudas diferentes, y unas preguntas determinadas.
La identificación sexual, se produce entre los 3 y los 5 años. En esta etapa comienzan a interesarse por su cuerpo, y a diferenciar entre niños y niñas, y todo su interés se centrará en estas diferencias. Así, empezarán a preguntar, por qué el niño no tiene vagina, o la niña, pene, claro, que lo normal es que utilicen otra terminología para hacerlo, como tete o colita. También, descubren, que ell@s han salido del interior de su madre, que han vivido en su barriga y sienten una enorme curiosidad por la vida intrauterina. Se dan cuenta, de esta forma, que entre ambos existe un vínculo muy fuerte.
De los 5 a los 10 años, no les preocupa tanto el saber de dónde vienen, y ya se han cansado de explorar el cuerpo. Aquí, las diferencias entre niños y niñas, es más notoria, se identifican con su sexualidad, y buscan la compañía de personas de su misma condición. Ahora, la pregunta es más complicada: la niña, el niño, quiere saber, quién o de qué manera, el bebé que fue, se introdujo en la barriga de su mamá. Puede resultar difícil, pero esperan una respuesta, y hay que intentar ofrecer una convincente y adecuada a su edad. No les mientas, o empezarán a desconfiar de ti.
De los 10 a los 13 años, comienza la preadolescencia, una etapa complicada, en la que los primeros cambios físicos, empiezan a manifestarse. Cuantas más dudas les aclares, más segur@s estarán de sí mismos y de su cuerpo. Ojo, algun@s jóvenes son más reservados y pudorosos, así que, si no son ell@s los que preguntan, toma la iniciativa, y háblales de la regla o de las poluciones nocturnas, y de todos los cambios que van a producirse en su cuerpo. Besos, abrazos, tetas y culos, penes y vaginas, novios y sexo… son algunas de las cuestiones importantes para l@s menores en esta etapa.
A partir de los 13 años, si tu hija o hijo tienen confianza contigo, empezarán a hacerte preguntas sobre métodos anticonceptivos, enfermedades de transmisión sexual o embarazos. Y como en la etapa anterior, si ella o él no lo hacen, hazlo tú. Es la etapa más difícil, y sentirse segur@s es fundamental.
La educación sexual, no se limita a hablar de sexo, sino también de valores y de afecto, y es muy importante que el niño, la niña, entiendan esto. Actualmente, el sexo entre l@s más jóvenes, se ha vuelto banal y superfluo, carente totalmente de afecto, y las relaciones sin protección son cada vez más habituales. Y lo curioso, es que hoy, tienen mayor acceso a la información, que nunca. La ignorancia en cuanto a temas de contagio sexual, anticonceptivos o embarazos, no deja de sorprender, y algunas jóvenes se presentan en las consultas ginecológicas, afirmando que no sabían que podían quedarse embarazadas con la marcha atrás, por ejemplo, y de hecho, son los chicos los que les convencen de esto. Vemos pues, que la educación sexual, es, hoy más que nunca, total y absolutamente necesaria.
Educa desde el principio y tu hij@, te lo agradecerá.